martes, 16 de agosto de 2016

Anclajes de escalada. La Era del Taladro. Parabolts y Químicos.

   Con el paso de los años y el desarrollo de nuevas técnicas y nuevos materiales en la industria, fueron apareciendo nuevos tipos de anclajes. Estos anclajes, mucho más seguros, tienen un inconveniente frente a los otros; la longitud de penetración en la roca es mucho mayor, con lo que el uso de la maza ha disminuido (que no desaparecido) frente a otro elemento bastante más potente y rápido: el TALADRO.


    Los taladros pueden ser de gasolina o batería, siendo los más habituales los segundos por ligereza.
   Los tipos de anclaje que se suelen instalar hoy en día gracias a los taladros son los siguientes.

Parabolts.

   Al igual que los spits, son anclajes de expansión, pero en este caso es por anillo y no por cuña, como pasa con los spits.


   Aclarar que este tipo de anclajes, denominado “parabolt”, su nombre no pertenece a ningún anclaje, sino a una marca; como ha pasado a lo largo de la historia con otras muchas cosas. 


   Están compuestos de una varilla parcialmente roscada, en cuyo extremo acabado en cuña, lleva sobre él uno o más anillos (doble expansión) metálicos. La fijación a la roca se consigue al girar la tuerca en la parte roscada de la varilla, ya que todo el anclaje sale parcialmente hacia fuera, menos el anillo que al tocar las paredes de la roca se queda en su sitio, montándose sobre la cuña.



   En el siguiente dibujo (no a escala), se representan las diferentes dinámicas a las que está sometido un parabolt.

Compresión en la zona del expansivo.
Tracción desde la zona del expansivo hasta el final de la tuerca.
Torsión desde la zona del expansivo hasta la tuerca.

   Otra cosa a tener en cuenta es la “zona de transpiración”. Esa zona no es bueno que esté tapada. Algunos fabricantes llevan en el parabolt una arandela de goma para rellenar esa zona, o algunos hacen un pequeño “sicado” para evitar que entre agua, aún será peor. Ese espacio es “bueno” que esté libre para que salga la humedad. Da igual que lo sequemos, la humedad entrará igualmente. La roca es permeable aunque no lo notemos. Si por ahí no puede salir la humedad, con el tiempo la corrosión afectará en mayor medida al espárrago.


   OJO!!! No todos los parabolts que se parecen son similares !! Ya hablaremos de ello en otra publicación
Existen diferencias de hasta más de 1.000 kilogramos-fuerza en cuanto a la resistencia sobre modelos visualmente muy parecidos. Unos segmentos de expansión bien diseñados hacen que el anclaje agarre mucho mejor durante la fase de apretado de la tuerca y que la fijación aguante bastante más y durante años los esfuerzos hacia afuera (tracción pura).

   Si alguien está interesado en conocer la manera correcta de instalar un parabolt, aquí les dejo enlace.



Químicos.

   Al no existir presión contra la roca, poseen menos riesgo de rotura de esta, siendo un tipo de anclaje idóneo para todo tipo de roca en especial para rocas blandas.


   Son aquellos anclajes que utilizan sustancias químicas (resinas de altísima adherencia) para fijar los elementos metálicos, al cual pondremos el mosquetón, a la roca.


   

   El anclaje químico se va a componer de dos elementos, por un lado el elemento metálico, conocido como “tensor”, y por otro el pegamento que unirá a este a la roca, “la resina”.


   Una vez rellenado el agujero del taladro de resina, tan sólo hay que introducir el tensor.
   
   Las resistencias de estos anclajes varía desde los 25oo kg de M10 y 70 mm, hasta los 4ooo kg de la M12 y 100 mm de longitud.
   
   De los tipos de tensores, dado que existe una gran variedad, y resinas; hablaremos en otras publicaciones venideras. 





   Si alguien está interesado en conocer la manera correcta de instalar un anclaje químico, aquí les dejo enlace:




NOTA.
   
   Debemos tener claro todos, que las normativas a día de hoy sobre anclajes en roca son, como ya se comentó en la primera publicación:
EN 959:1997  y   UIAA 123

   Para la UIAA 123 les pongo diferentes enlaces de interés:

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