miércoles, 6 de julio de 2016

RESPONSABILIDAD CIVIL EN EL MEDIO NATURAL

RESPONSABILIDAD CIVIL, O SOBRE LA INCERTIDUMBRE JURÍDICA EN LA PRÁCTICA DE LOS DEPORTES EN EL MEDIO NATURAL

La responsabilidad civil no es un concepto jurídico novedoso, ni mucho menos. Quizá lo novedoso es el protagonismo creciente que tiene en el contexto de los deportes en el medio natural. Pero tampoco se va a abordar aquí el debate de cuál debería ser la relación entre el Derecho y la Montaña, ya que se trata de un hecho innegable - y cada vez más evidente - que, con mayor o menor gusto, estamos abocados a asumir.

La responsabilidad civil es:

"La obligación que tiene una persona de reparar un daño que haya podido causar a otra persona como consecuencia de sus actos"
Efectivamente, cualquier practicante (aficionado/a o profesional), gestor (público o privado) o quien en un momento dado ponga los medios para que terceras personas puedan practicar un deporte en el medio natural (un equipador/a por ejemplo), pasa a formar parte, quiera o no, del conjunto de personas susceptibles de ser responsables civiles por daños a terceros.

Este hecho, tampoco nos resulta novedoso. Asumimos esta responsabilidad cada día que nos ponemos al volante de nuestro vehículo, y en otras muchas situaciones cotidianas.

Lo que preocupa verdaderamente es el grado de INCERTIDUMBRE que generan las sentencias por demandas de responsabilidad civil debidas a accidentes ocurridos durante la práctica deportiva en el medio natural.

¿Existen sentencias absolutorias a guías y monitores? Si. Y condenatorias también.
¿Existen sentencias absolutorias a aficionados? Si. Y condenatorias también.
¿Existe...? Si, también.
Hay de todo.

Esta falta de unidad de criterio (que no falta de criterio) es lo que genera tanta incertidumbre.

En este contexto, sin embargo, no todo son malas noticias. Parece que las sentencias utilizan una serie de fundamentos jurídicos que se repiten cada vez con mayor frecuencia, a saber:

Asunción del riesgo:

Considerar que, en este tipo de actividades, cada practicante acepta CIERTO grado de riesgo, algo por encima del riesgo asumible en la vida cotidiana, inherente a la práctica deportiva en el medio natural, y sin la cual el deporte perdería su propia esencia. La consecuencia es que, dependiendo del caso, se acepta una responsabilidad compartida en la práctica deportiva, e incluso la culpa exclusiva de la víctima en la generación del accidente.

Pero, cuidado, el practicante no deberá asumir mas riesgo que aquel que sea considerado como “inherente” o “normal” para la actividad que se está realizando. (ojo equipadores/as... )

Diligencia:

Valorar especialmente haber actuado con la debida diligencia. La diligencia es el cuidado, el esmero, en la ejecución de una acción. Constituye, hoy por hoy, la manera menos insegura de planificar y ejecutar una actividad en el medio natural, en lo que a la responsabilidad se refiere.

Y es normal, se trata de hacer las cosas todo lo bien que se pueden hacer, de forma irreprochable. Es evidente que, si una persona pone todo su celo y sus medios en asegurar los medios a una tercera persona en la práctica deportiva, y el accidente ocurre a pesar de todo, tiene menos probabilidades de ser considerado culpable que si, por el contrario, se detecta alguna irregularidad o algún tipo de negligencia en su proceder.

Concurrencia de culpas:

Ante la complejidad del medio en el que se desarrolla la actividad deportiva, frecuentemente se alude a una responsabilidad compartida entre los diferentes actores involucrados, cada uno de ellos en el asunto que le compete. Este argumento afecta a gestores y administraciones públicas de manera importante, de ahí la creciente preocupación de pequeños ayuntamientos por la cuestión.

CONCLUSIÓN

Nada es seguro (vaya novedad), pero si cada uno de los actores cumple con sus obligaciones y cometidos de una forma ejemplar, los deportes en el medio natural continuarán siendo una alternativa de ocio de calidad, un medio de vida digno y un motor de desarrollo rural sostenible.

OJO!!!!!

No sirve de nada decir que no te haces responsable de lo que pase.
No sirve de nada decir que tu no crees que las cosas sean así.
No se trata de un debate filosófico sobre las ideas.
NO SE TRATA DE NINGÚN TIPO DE DEBATE ES: LA REALIDAD (nos guste o no).

Reportaje que nos pareció interesante; tomado del blog:

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